NUESTRA INSTITUCIÓN

Orden de la Merced

800 años de historia
800 años de valores inquebrantables

Contexto histórico

El s XIII es un tiempo de rivalidad económica, política y religiosa en el Mediterráneo y Barcelona es una de las grandes urbes comerciales en las costas del Reino de Aragón.

Aquí vive Pedro Nolasco, hijo de comerciante. De adolescente descubre los entresijos de esta profesión y él mismo se embarca hacia diferentes destinos para iniciarse en las labores de mercader. Se convierte en un auténtico hombre de su tiempo y que se deja interpelar por la dura situación que están viviendo los cristianos en las tierras dominadas por los musulmanes.

Pedro Nolasco es testigo de la persecución religiosa, de la dureza de la cárcel, del sufrimiento y de la muerte de los cristianos.

Es en este momento cuando comienza su auténtica aventura.

Los inicios

Pedro Nolasco, fue madurando su fe y comprendiendo en profundidad el mensaje evangélico. Por ello quiso vivirlo hasta las últimas consecuencias. Descubrió que la mayor esclavitud de su tiempo la estaban padeciendo los cristianos que sufrían pobreza, privación de su libertad y debilitamiento de su fe. Abierto al Espíritu, entendió que había sido elegido para realizar una gran obra y por eso, en el siglo XIII, surge un nuevo carisma en la Iglesia: Nolasco funda “La Orden de Sta. María de la Merced para la redención de los cristianos cautivos”.

Muy pronto surgió la rama femenina acogiendo el carisma de Pedro Nolasco y su misión redentora en la Iglesia. La iniciadora de este proyecto fue María de Cervellón.

“La Orden de la Merced, en su rama masculina y femenina, se propuso desde su misma fundación seguir e imitar a Cristo, haciéndolo presente como amigo, redentor y liberador entre los cristianos cautivos, oprimidos o perseguidos, a los que, según la palabra de Jesús, quería ofrecer la esperanza mesiánica que anuncia el evangelio: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido para que lleve la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado para anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4, 18-19)” Constituciones 1, 3.

¿Y hoy?

En la actualidad las RR. de la Orden de Ntra. Sra. de la Merced queremos anunciar y testimoniar la Buena Noticia de amor y libertad a toda persona sometida a opresión y que ve truncada su realización humana y el desarrollo de su fe cristiana.